Raiza N. Jiménez E.

Qué el amor no te engañe.-

Ha dejado de amarme y eso yo no lo creía.

Cómo se deja de amar tampoco, eso sabía.

Hoy al querer recordarle yo, ya no podía.

Y es que mi mente, de Éste, ya está vacía.

¡Ay, mi Dios, yo creyendo que si lo quería!

*-*

Cómo tú dejas de amar, yo no creo saberlo.

Ciertamente, es que yo no supe entenderlo.

Cuando quieres todo duele hasta la muerte.

Lo que más duele, es que dejen de quererte.

¡En un amor, sin acción, se borra la pasión!

*-*

Cuando tú amas y te aman todo es bendición.

Sales con Dios y la Virgen en plena comunión.

No, es así, si no amas o ya te dejaron de amar.

Es posible que, no sueñes y te pongas a llorar.

 

¡Llorar no sirve de nada, si no te saben amar!

*-*

El dolor del desamor es, así como, el del parto.

Seguro que, no sabes, pero sufres de un infarto.

Vives diciendo su nombre y Éste nunca atiende.

Está en un limbo y, se hace el que, no entiende.

*-*

¡Si encuentras a un tipo que te dé, ese amor,

Corre, pal’ otro lado, porque eso, no es amor!

*-*

El amor se conoce porque sobran las acciones.

Un hombre, si te ama, saca todas sus pasiones.

Lo verás bien alelado cumpliéndole al corazón.

No le importa más nada y, menos, tener razón.

*-*

¡Sí hay dos que se aman, con los ojos se llaman,

y, si ese otro, no está presente, por ese claman!