Esta es mi casa,
no permitiré que la belleza del camino
deseosa de huellas refrescantes
haga truncar la devoción.
Habré permitido en su momento que,
al sol, al viento y a mi cordura
colocara ataduras y presa de indecisión
las hiciera caminar en su delirio.
No cabe duda, afuera el mundo es cotidiano,
azotan los rayos cuando llueve,
oscurece después del atardecer
y duerme el mirlo cuando cae la noche
como en mi silencio, como en la estancia,
como en el amor que se marchó
después de un desvarío sin razón.
Pasan frente a mi puerta
un sinfín de recuerdos no feriados,
promesas, desvelo, sonrisas y dudas
que le dieron celo al optimismo
y provocaron que caminara
sobre calles empedradas.
Esta es mi casa,
trataré de hoy en adelante
que no se agobie a la pureza del amor,
que se forme una sonrisa
en un corazón deteriorado por las penas,
que los hilos de la telaraña del dolor
se rompan con canto de cenzontles
y con un poco de calor del fogón
mutar inviernos insalubres
en veranos con primaveras nuevas.
Se cerrará la puerta cuando el sol
se aleje del paisaje,
cuando la tinta de mi pluma se termine
o mi cuaderno caduque
impidiéndome escribir lo que deseo.
Esta es mi casa y sabes
siempre estará abierta para vos,
aunque oscurezca.
Autor…reh