Los niños del mundo tienen
El derecho de nacer
Pues son ellos que devienen
A futuro acontecer.
Tienen derecho a un nombre
Y a tener un apellido
No a un apodo que asombre
Por grotesco y repetido.
Tienen derecho a un hogar
Que los cuide y los proteja
Que no los deje ahogar
Ignorando toda queja.
Un hogar donde el amor
Sea el pan de cada día
Y les regale siempre una flor
Sin temor ni cobardía.
El hogar es la primera
Patria del niño y la niña
Es la patria verdadera
Dulce jardín y campiña.
Tienen derecho a una patria,
A una nacionalidad,
Una patria que proteja
Con justicia y equidad
A las niñas y a los niños
Que viven en orfandad
Sin hacerles falsos guiños
Mientras que la humanidad
Sorda y ciega va rodando
En sus naves de avaricia
Y el tirano va engordando
Su caudal con la codicia.
También tienen el derecho
A no ser discriminados
Por su raza o religión,
Y derecho a ser tratados
Con gran consideración.
A no ser discriminados
Por el color de su piel,
Por su condición social,
Todos deben ser tratados
En forma muy especial.
Hoy los niños de la tierra
Quieren un planeta en paz.
Que cese la cruenta guerra
Y el mundo cambie su faz
De dolor y sufrimiento
En alegría y esperanza
Para gozar de contento
Y bienaventuranza.