Blancas y delicadas manos
arrancan del arpa
solemnes notas
de ámbar
y una tras otra
con un ritmo de alas
llegan hasta el último rincón
de mi alma.
Rojos y delgados labios
dulcemente cantan
etereos himnos
del alba
y una tras otra
las hadas sonríen y bailan
mientras la primavera
besa mi alma.
Su talento y su voz
como por obra de magia
transforman en rocío
cada palabra
y una tras otra
como una ardiente llama
encienden el amor
en mi alma.