Con el corazón en la mano
le di mi último adiós
el día que dijo, me voy,
no pregunté ¿Por qué?
supuse que no me amaba
o que el hastío la dominaba.
El motivo es lo de menos
no quería seguir conmigo,
más que claro, suficiente,
las causas no cuentan,
nada para justificar.
No dije una palabra,
ni un reproche ¿para qué?,
son cosas del corazón,
ajenas a la razón.
Pensé lo nuestro acabó.
como todo, en esta vida,
siempre hay un final,
sea para bien, o para mal
Recuerdo lo bueno,
en lo lindo, que fue amar
con ella siempre a mi lado
abrazándonos sin más.
Con la mirada de sus negros ojos
decía que me amaba
y eso bastaba
para alegrar mi corazón.
Hoy son solo nostalgias
las que guardo
y cuando en mis sueños me pierdo
me emborracho de emoción.