El silencio impaciente asoma,
el ocaso espera
mientras el dolor se marcha
en un carrusel de recuerdos olvidados;
no puedo contenerme, abrazo sin desear
los mejores momentos de mi vida, aquellos
que sin pedir nada, sin reclamar nada
sucedieron como se suceden
las noches a los días, un beso al amor
y la esperanza, a la ilusión.
¿Cómo desdeñar
las promesas de un pasado usurero,
como decir al llanto, al dolor y a la sonrisa
que no duelan o que no den alegría?
¿Prefiero dormir vestido
para no sentir el frio que por momentos
se cuela por las grietas de la casa?
¿prefiero escribir, caminar o platicar
para no abrazar al hastío
que azota por momentos a mi alma.
Hoy es un día feriado
no hubo necesidad alguna para dejar
sobre mi cama los anhelos,
estoy con ellos y platico de la ilusión,
del ayer y del candor
que matizó a mi inocencia cuando niño.
Repicaron las campanas de la iglesia
y desearía continuar contigo -soledad-
pero una taza de café sobre la mesa
y unos labios vehementes
prometen apaciguar mi desatino.
Autor…reh