Amores que quedan (Serventesios con pie quebrado)
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Te dije, “aprieta fuerte, con ganas, no me dejes
que noto que el adiós presente, está cercano,
insiste una vez más con fuerza y no te alejes,
ni me sueltes la mano”.
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Quisiera darte un poco de mi preciada vida,
pues mi amor ya lo tienes, te lo di por entero,
la impotencia me daña, me duele, en gran medida
y siento que me muero.
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Te dije, “abre los ojos ¡vamos, vamos!, despierta
que quiero ver la luz de nuevo en tu mirada,
no quiero ver tu mano por el cansancio abierta,
mejor así, cerrada”.
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Más me quedé a solas con la pena más dura,
al llegarme el aliento del último suspiro;
la noche más helada dejó tanta amargura
que aún hoy la respiro.
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Y te dije entre lágrimas, “adiós mi dulce amor,
dejo tu mano libre para un nuevo presente;
y tu recuerdo aquí viviendo en mi interior
muy dentro de la mente”
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Fotografía y poema : Ramón Bonachí.