Soy un peripatético
Ximena me ha dejado a mi suerte
Dios me ha dejado a mi suerte
mi alma gemela me ha dejado
a mi suerte...
El ácido de mi corazón
se expande por las ciénagas
y calles infinitas
La muerte me ha poseído
como un alma en pena
voy dando tumbos en la vida...
Y tengo 36 años
y parece que hubiera vivido 50 mil
de tanto leer novelas y poesía
envejecí y me hice sabio
Y la necedad aun está presente
en el cigarro, en la punta de mis labios
en mis gestos, en las conversaciones
triviales- y otras - profundas
Ya no quiero vivir
no sé porque luchar
Ximena me ha abandonado
y la muerte me llama a sus moradas