Quiero decirte mil cosas
pero no encuentro el momento
¡Quiero decir lo que siento,
con palabras amorosas!
Cual abeja, tú te posas,
produciendo ricas mieles;
y siempre a sándalo, hueles,
en mi bulbo del olfato,
pues tu olor es siempre grato,
cual aroma de claveles.
Quiero decir, sin permiso,
que tus ojos cual cristales
son dos gotas celestiales
que me ponen muy sumiso.
Y hoy te expreso, bien preciso,
que permanecer quisiera
en tus manos de alfarera
como arcilla en el verano
que acaricie fiel tu mano
¡Pero pronto, sin espera!
Y pensando voy muriendo
caminando a cada instante
pues tu brillo cual diamante
en mis ojos voy sintiendo.
Juro que no estoy mintiendo
porque siento en mis entrañas
como el viento en las montañas
que con fuerza y con frescura
la acaricia con ternura
si mi vida la acompañas.
¡Cómo puedo, vida mía,
abrazarte en el vacío
si tu amor no es todo mío
solo mía es la osadía!
Esperando sigo el día
que tu luz en el sendero
ilumine cual lucero
cada rastro, cada paso
y que digas sin retraso
¡Yo te adoro, yo te quiero!
Pero seguiré insistente
dirigiéndome a la meta
y con versos cual poeta
penetrando tu inconsciente.
Porque si tu pecho siente,
lo que ahora siente el mío
morirá este loco hastío
que me tiene encarcelado
porque lo que he deseado
¡Es tenerte al lado mío!