Por las mañanas, soy maestro de nada,
y por las tardes, estudiante del alma,
por las noches, soy pensador ambulante,
en el resto del día soy, ... un paria.
Un paria no por inferior considerado,
soy paria por abrazar la soledad
y pagarle salario de ramera
para ser en mi vida compañera.
¡ Curioso es mi caso para explicarlo.!
Yo que no estoy hecho para la añoranza,
sus sombras y nieblas reinan hoy en mi vida,
mis troneras con su viento se han cerrado
y puertas atadas con postigos
me cercan a diario en su placenta.