Cortés Bracero de la Hoz - (El niño roto)

AXIOMA DEL NIÑO ROTO.

AXIOMA

(Verdad absoluta que no necesita demostración)

 

 

Qué fuerte la suerte.

Que no se puede prestar,

que no se puede comprar,

que no se puede robar,

y nadie quiere declarar

    que una vez tuvo suerte,

y por eso tiene más.

 

 

¡Cuánta suerte tiene, quizá no lo sabe!

quien hace su vida por sus facultades,

sin oír consejos de mediocres viejos

que le recomiendan lo ya desechado

porque no servía para ir a algún lado.

¡Cuánta suerte tiene!

 

¡Cuánta suerte tiene! quizá no lo sabe,

quien libra él solito sus necesidades

para con su esfuerzo lograr realidades,

y planta su choza si quiere en un pueblo,

ciudad colmenera, en montes, o mares.

¡Cuánta suerte tiene!

 

¡Cuánta suerte tiene! quizá no lo sabe,

quien puede confiar en sus extremidades, 

que le mueven siempre: de joven, ligero…

y aunque se equivoque en pie le mantienen,

hasta que envejece, se desgasta, y muere.

¡Cuánta suerte tiene!

 

¡Cuánta suerte tienen! quizá no lo saben,

toda esa otra gente de otras realidades,

que no se plantean, ¿Qué hicieron para eso?,

o si se merecen lo que no han buscado, 

lo que no he tenido, y no se me ha dado.

¡Cuánta suerte tienen!

 

¡Cuánta suerte tienen! quizá no lo saben,

toda esa otra gente que no se plantea

la suerte que tuvo, de ser sano y fuerte.

¡Qué suerte la suya!

Yo tuve otra suerte

cruel porque exceptúa,

menos compartible,

que aquella otra,

envidiadísima suerte.

 

¡Cuánta suerte tienen!

¡Tengan todos, buena suerte!