Margarita García Alonso

Mi madre me confecciona ajuar

Mi madre me confecciona ajuar

de muerta, mueve dedal

entre retazos y un ave rarísima

picotea en mi entraña.

 

No conozco a mi hija,

tampoco conocí a mi madre,

no sé cuánto vale un

manuscrito.

 

Pálida, recostada

en la cama.

La nube entra en

Templo de justicia,

 

ojo y lodo enganchados

a un bloque de carne

que empeora.

 

Contemplo la casa

que no es mi casa,

el bosque talado

que no es mi bosque.

 

Bajo aire dudoso,

lo imposible

estorba poco.

 

 

 

del poemario Nubiola, 

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