El mar golpea las pequeñas
embarcaciones.
Los ascensores oxidados,
viajan con sueños de un tiempo ido.
Ayer eras niño.
Ahora, regresas en búsqueda
de momentos de alegría perdidos.
Quizás, persigues un sueño,
la sensación de ascender
con lentitud entre rieles
y el mundo simple y abierto
de la infancia, magia de tu identidad.
En la niñez el tiempo es tuyo,
el pensamiento aún no llega,
pero brutales paradigmas
esculpen en silencio tu corazón.
Tu mundo cambia.
El ascensor desciende
el pensamiento se acerca
el miedo aleja tu niñez.
El chirrido,
de rieles oxidados
como tus ideas se entrelazan
el miedo brutal emerge.
Una mariposa confundida revolotea,
una flor, se deshoja con el viento,
va perdiendo los sueños
va perdiendo su identidad.
Los ascensores juegan
entre el óxido y el viento,
la niñez vibra entre sueños
y vida desprendida de esclavitud.
En cada día.
te aferras a tu oración
con palabras simples,
tu pensamiento inesperado
hiere tus sueños de niño.
Deja que el silencio llegue a ti,
tu pensamiento,
como la brisa de la respiración
en algún espacio regresa tu niñez
¿Cuántas veces has buscado tu niñez?