Soñando con la eternidad del instante,
que por incitación de la felicidad te concede
nuestra aproximación… la cual acaricia
con suma terneza a tu pensamiento;
tu intención de inmortalizarte es latente
y mi integridad delineas en trovas que flotan,
junto a mí se detiene el tiempo sin esfuerzos,
de tus sentimientos con hermosura eres consciente,
ya que la viveza de tus pulsaciones aumenta,
en mi visión permaneces adormeciéndote,
y en el escudo de mi sonrisa estás segura,
mientras aguardamos a que pase la tormenta.