Escribí en silencio
con tinta negra un sueño,
que hace mucho tiempo
olvidé al despertar.
Un sueño que en su agonía
parecía realidad y fantasía,
y todo lo que en el veía
en un papel quise plasmar.
Ahora, solo la realidad queda
porque esos dos corazones,
que sin pretexto ni razones
se decidieron alejar.
La pluma y el tintero
que escribieron esa historia,
de la cual no queda memoria,
con el tiempo se perdieron
y nadie los pudo encontrar.
Daniel Escamilla.