Siente mis brazos arder de pasión,
despierta tu imaginación con mis caricias,
déjate llevar por esa sensación
que tú con tu mirada en mi propicias.
Silencio, no digas nada, solo siénteme,
quiéreme como se quiere lo prohibido,
cuando tu piel se estremezca, mírame,
verás que en tu mirada me he perdido.
Déjame robarte esos suspiros
que al desnudar el alma, se transforman
en un volcán de cálidos gemidos
que al escucharlos, sientes que enamoran.
Que nadie sepa que te extraño,
tras ese silencio hay un amor profundo
jamás podría encajar un desengaño
de la mujer que más amo en este mundo.
Mi realidad se mezcla con mis sueños
tratando de evitar huir de aquello que se ama,
quizás al fin en medio de desvelos,
pueda lograr la paz que anhelo para el alma.
Classman