Una noche saboreando la grandiosidad del espacio infinito donde viven y brillan las estrellas, en esa solitaria compañía de la Gran Cúpula que nos regala el Cielo de la noche, en plena oscuridad, oí una pisada como la que rompe una rama detrás de mi, quizás no había pasado ni un segundo cuando volví a oír pasos enfrente de donde yo estaba y a continuación ruidos similares en todas las direcciones como si yo estuviese en el núcleo de una circunferencia y estuviera rodeado totalmente por todos los lados sin ninguna posibilidad de salir de allí.
Tuve miedo y entré totalmente en pánico, comencé a imaginarme mil maneras de morir, pues de un momento a otro esas criaturas que me rodeaban irían a por mí.y mi vida tendría un trágico fin.
Miré al Cielo rezando y rogándole que fuera lo que fuera lo que me acechaba, que lo que iba a ser que fuera muy rápido y que no sufriera un gran calvario de dolor cuando me arrancarán a mordiscos trozos de mi cuerpo y me desmembraram totalmente con sus terribles fauces partes de mi .
Un sudor frío helado recorriendo todo mi cuerpo sufrí cuando noté que se acercaban más y más sin ninguna piedad y entonces pude contemplar con toda claridad que lo que venían hacia mi persona no eran criaturas ni monstruos que mi cerebro fabricó.
Para mí asombro, completamente
perplejo respiré hondo y la serenidad se apoderó de mí en una milésima de segundo pues la felicidad me invadió como un tsunami abraza e inunda todo lo que encuentra a su paso y una risa nerviosa se acunó entre mis labios .
Me rendí a su presencia, lo que instantes antes mas temía se convirtió en un deseo que anhelaba hacia días, enfrente a mi estaban de pie mirándome lo que había pensado que me mataría
Allí por fin estaban de pie frente a mi ofreciéndome la mano para poder abrazarlas y acariciarlas.
Eran un ejército bien uniformado y disciplinado cuyo nombre puede asombrar a cualquiera compuesto de dulces sílabas pues lo que yo pensaba que me mataría eran un sin fin de Palabras de las que juntándolas sabiamente con amor creatividad y gran ternura nacerá la pura Poesía .
Mael Lorens
Noviembre 2023