De las entrañas mismas del dolor:
el aburrimiento...
saber que no hay hoy ni mañana
despreciar el amor
La música ha muerto
y ha muerto mi familia
han muertos los ciudadanos
y sus trabajos
Voy a dar un centavo
a cada pastor, a cada pecador
a cada clérigo, a cada secuestrador
No vengo en son de paz,
vengo a destruir mi mundo
a dejar caer todas las bombas atómicas
y reír como loco por esa acción