Mi gusto no extraña tus besos
Mi vista no extraña tus ojos
Mi oído no extraña tus versos
Mi tacto no extraña tu cuerpo
Mi olfato no extraña tu aroma
Pero sin embargo mi corazón
Recuerda los viejos momentos
Que me lleva a un desierto
Impredecible de misterios
Suavizando el despertar de mil sueños