ubik

A RITMO DE TRACA

Los ojos abiertos en cruz

del ciego

o el tic tac intacto

del oído tísico

para saber cuál es 

el instante exacto 

del mudar 

como la fruta prohibida 

del deshielo

al serpentear,

 

la infinita palabra del último en gritar

esta pequeña rima 

para no asustar 

el semblante desprendido del carnaval,

 

la impresión negada 

de quién ama a rastras 

el desmán,

 

de quién no ve la tierra llorar 

allí donde gobierna el mar,

 

lágrima que observa queda 

la pupila de Peter Pan 

 

siendo una afrenta el soñar 

con sanar 

el verbo ambivalente

de un guiño al despertar.