Allen Andree

ALOJAR

Hasta donde llega la risa

Hasta dónde el control de nuestra propia casa y nuestro propio jardín

Dejamos pasa a huéspedes que no son mendigos

Y de pronto se proliferan en un mundo de autodolor

Como un aparato cibernético

Sabemos de nuestros cables y de estar en \"off\"

Sabemos también de los virus

Y de los mecanismos que se saturan si no nos dan un poco de tiempo

Somos conscientes de qué nos hace daño

Y como Adán y como Eva

Mordemos con placer ese jugoso fruto

Sin importar la resaca

Sin importar las parábolas ni lecciones bíblicas

Sin que importe cualquier Dios

Volvemos a caer

Y nuestros hombros no se ensanchan

Y la voz amiga nos relata \"abandona\"

Solo sabemos que no sabemos

Mientras seguimos mordiendo más y más ese fruto

Empezar de nuevo en la madrugada

Cada paradero es definida por su gente

Yo soy réprobo

Mis ojos, mis manos y mi deseo hablan

Y es el pensamiento el que solo actúa

A quién le importa tener la razón

Las aves dan zarpazos para proteger a sus crías

Protegerlas de cazadores inexactos

El Paraíso no entiende de casas ni jardines