Al cielo le he preguntado:
¿qué será de aquél amor?
Que llegó a mi camino
y que un día se marchó.
Hoy recuerdo aquellos brazos
pues eran mi adoración,
me cubrían con su cariño;
se quedaban con mi voz.
Mis pasos son de cansancio
no los acompaña Dios.
Este corazón dolido
ya solito… se quedó.
El camino que pasamos
se alumbraba con su sol.
Me cegaba con su brillo,
la recuerdo con dolor.
¿Qué será de aquella mano?
siempre me pregunto yo,
pues hoy tengo mucho frío,
hoy mi boca es oración.
Por eso ando recordando
lo que fuera de los dos.
¿Cuánto más habré vivido
con el hastió del reloj?
Al cielo le he preguntado:
¿qué será de aquél amor?
Que llegó a mi camino
y que un día se marchó.