En mi alma quedan los sentimientos perdidos
el amor que el alma no ha podido amarrar
ese amor que cautivo a los cinco sentidos
en días que el tiempo todo lo supo arrastrar.
En el corazón los caminos hoy ya divididos
el deseo que se perdió en su lento naufragar
deseos que apasionados acabaron consumidos
y que las manos no supieron entonces sujetar.
En mi cuerpo las heridas abiertas y dolientes
de aquellos amores disímiles y diferentes
que en su pesar me ayudaron a crecer.
Y hoy puedo a mi nostálgica tristeza soportar
puedo a mis lágrimas contenerlas al pasar
cuando mi memoria camina de nuevo en el ayer.