No quiero saber de esas novelas
con historias de vicios sempiternos
del alma oscura de comedias
ni disgustos del temperamento
menos tormentos de una guerra
No quiero oler lo que hay en el subsuelo
de esa realidad dura y áspera
del malsano apetito de muchos
con su espíritu hermético
ni de polvaredas asfixiantes
en una triste tarde
Solo deseo saber de sueños y placeres
del misterio de los hielos
con su diáfana blancura
sentir el lienzo de una selva
con su espléndida arrogancia
que me inunden campos de plantíos
con entusiasmo en sus espigas
y en mis aguas sin ataduras
floten alientos con risas
Que me toquen sedas de antojos
en la cama vespertina
escalen ternuras
sin nieblas escondidas
consteladas con rubíes
de placeres y fulgores
que embriaguen mi rocío
con sonrojos y gemidos
hasta que mi piel
transpire pura miel
Quiero saber sólo de realidades con libertades
se abra un surco en la montaña
y se trague los cohetes de la guerra
se hable en los cafés
del ambiente delicioso
en los antes campos de batalla
donde hay muchas orquestas
con melodías de plegarias
y llegan a la cordillera
Quiero se refresque mi espíritu un momento
con puros sueños y placeres
Lale Neda ©®