I
Quiero llamar a todos los versos
procurar sus decoros en esmalte nuevo.
Porque brillitos violeta se dejan caer
en forma de retoño flamante;
es quien toca la puerta...
II
Alguien rió, cantó, alguien jugó
en las entrañas de su madre...
feliz, ávida quizá
enredada en su chinitos oscuros
y en un vaivén precioso que crujía.
Se llevó la emoción de sus papás.
III
No pude conocer como tu madre
tu palpitar de hormiga;
pero detalle a detalle lo imaginé,
y el sonido cuando nadabas.
Anto...
dos mundos se comunicaron
tres nos dimos un solo beso
hecho de rocío y miel.
IV
Su lenguaje por encima del universo
se oyó... Lo olí
Llegaré siempre a llorar un poema
también su silueta como espiral.
Me fue en el primer momento
el son del arroyo y la sonrisa
de su golpe a golpe en la piedra.
V
¡Qué noche fue! ¡que mañana blanca!
con el rostro mojado.
Mí único brillo en un vacío negro
caía roto ¿Porqué?
Mí ilusión te trajo y a mí me dejó;
no sentí ni se me dijo
que te irías, volarías con Él
el día menos pensado.
VI
Nunca pensé
que cuando sufres sufro yo.
Nunca pensaría
que la sal triste de tus ojos
quemarian los míos.
¡Oh! verte haciéndote cenizas por ti sola
dolía siete veces aquí...
Quería que se acabase el tiempo
la edad de los días;
pero aclaró el domingo sin el sol;
me amó mi propia angustia y lloré...
Tanto peso me amontoné en el pecho.
CHRISTIAN JOVANI
(DERECHOS RESERVADOS DEL AUTOR).