Espérame te dije, porque solo
me voy algunos días. Tú querías
lo que hacía en mi trabajo para
gastarlo, en tonterías, nunca quisiste
tener una casita sencilla, regresé
no estuviste donde te havía dejado,
hasta te llevaste la pequeña cosas
que con esfuerzo lo avía tenido,
pasé pena y alegría pero lo logré
hoy tengo mi humilde hogar, y una
casita donde puedo disfrutar
tú siempre en la calle esperando
quien caiga, para disfrutar o mala
vida que te da, en cambio yo bendecido
de Dios en casa por el pan que siempre
Hay en la mesa, y una alcoba donde
veo las estrellas y la luna que me inspira.