Vibrando el Corazón
Como el ¨software¨ tan blando,
porque dice ¨soft¨,
y el ¨hardware¨ tan duro,
como dice la palabra,
todo en la vida es así,
de blando a duro,
y de duro a blando,
pero, otra vez, es blanda la vida,
la dureza está en el corazón,
y lo blando en lo bueno,
no hay mayor pesadumbre que la vida,
y tan penetrante es el ocaso,
pero, llega la noche fría y densa,
y otra vez, el día y el calor y lo cálido,
y vibrando en el corazón,
sólo queda la razón,
tiritando de frío,
pero, la vida, ¡ay, la vida!,
tan dura como el pan viejo,
pero, tan blanda como todo el mar,
y el bien tan suave,
pero, el mal tan duro,
no sé si somos como computadoras,
pero, sí, sé que somos como marionetas ante la vida,
porque sino erramos el yerro,
quedamos sin el perdón,
y la vida es tan dura como el mal,
pero, tan blanda como el bien…
Ayer
Ayer como un voluptuoso pasado,
quedé como pájaro a la deriva,
como un avaro en fría tentación,
busco llegar a la cima o a la cúpula,
o a un cielo de ígneo color,
penetrando entre el viento y mis propias alas,
pero, sólo fue un ayer,
en que el deseo se convierte en querer volar,
pero, en el trance directo de mis alas,
quedé como el frío viento sin poder ser pájaro,
y, siendo como una mujer quedé sin alas y sin viento alguno,
cuando mis alas quiebran el frío viento,
y, sólo fue ayer que quise volar…
Por: Srta. Zoraya M. Rodríguez
EMYZAG