JAGC

MI FE SIN UN CANDIL

 Mi fe, sin un candil, se torna oscura,

sin resplandor, vagando en la cornisa

de lo absurdo, sin tea ni premisa,

ajada y destrozada en su hermosura.

 Rota su nitidez y sin costura,

la lóbrega inquietud me la  requisa

y en olmo seco impone su divisa

pudriendo el verdor que la depura.

 Busco en el exterior la luminaria

que alumbre mi interior: la poesía.

Si al olmo seco un brote de esperanza

 le hiende la corteza doctrinaria

y llena mi ilusión la luz del día,

mi fe reflotará con la mudanza.