Con tu especial gracejo
viertes en mis oídos lo
mucho que te agradan
el rumbo que llevan mis
besos dispersos por tu
cuerpo
Enronqueces la voz cuando
tomas mi rostro y le ofreces
tu cuenco bien dispuesto
Incentivas mis deseos con
la mano que desenvaina la
espada, tu misma la guías a
satisfacerte con el brío que
le imprimes
Ya en derrota acatas la orden
de girarte y entregas mansamente
tu oscura vaina al amante ya
sometida totalmente
#PoetaUrbano