Hoy mi madre me mostró la poesía que se esconde entre las buganvilias, los cóleos y la mejorana. Su eterno amor por las plantas, es un poema que se escribe así mismo y que resuena en la Villa del Real de Minas del Fresnillo. Hoy después de un rico almuerzo sus manos me mostraron la virtud del tomillo y la sonrisa del geranio, y en el caudal de la paciencia pude constatar su esmero. El patio de su casa siempre ha sido un santuario de vida, mi madre: un poema.