Sólo por una manzana
perdimos el paraíso.
¡Vaya condición humana,
cuyas flaquezas nos hizo
perder una eterna Gracia
por la gracia de un ratito!
¡Ha qué valiosa manzana
y cuán grande fue el castigo...!
Insensato es el humano
que, por pequeño delito,
la eterna Gloria perdemos
por la gloria de un ratito.
En momentos de pasión
se entorpece la razón...
¡Ah qué valiosa manzana
y cuan grande fue el castigo...!
¿Mas, qué se puede decir,
sí hasta los ángeles caen...?
¡Qué insensatos todos somos,
(nuevamente lo repito)!
La eterna Gloria perdemos
por la gloria de un ratito.
¡Ah qué valiosa manzana
y cuan grande fue el castigo...!