cbastias

Desierto y ecos de tu humedad

Canto, grito y se humedece el vocablo

En el rocío febril de mis anhelos

Golpeteando como lluvia

En la ventana del lamento.

Y el audaz sentimiento, viajero

De tu rosedal de tulipanes…

Que embebecen los pulmones del labio

Que os respira el aliento anástrofe de tu canto.

 

Os seréis desierto y palabras humedad

De un eco que evapora en ellas ilusiones

Para jamás llover sobre el páramo

Ausente de tu tersa piel de ramaje.

 

Fogoso grito del agua y llama del llanto,

Rebote de un alifato de esperanzas

Y un beso ceniza, que guarda tu aroma

El silencio bravío

Mientras va el humo a cantarle al celaje

De tu nube:

 

¿Puede el trino del pájaro ser huevo y volar blanco sin voltear un nido en su nombre?

¿Puede la zalema de un súbdito ser nobleza ante el reinado de una rosa marchita?

¿Hay jardines en las nubes? ¿Son rosas, por montones y un clavel alto en la cima?

¿Son todas del viento, o hay alguna que me pertenece?

¿esta deshojada o consumida por la lluvia?