jvnavarro
EL TIEMPO COMO COMPAÑERO
Si no hay nada que impida hacer lo que queremos
¿ qué hacemos en esto?
El tiempo como compañero,
él lazarillo ciego, sin más Tormes
y sin más aciertos,
que las ansias de vida,
y es que en esto los seres humanos somos,
cántaros de agua llenos,
de aquellos que utilizaba mi madre
para meterme en un barreño y lavarme dentro.
Como se ve vuelvo a la infancia,
me voy lejos, todavía huelo
el membrillo en los armarios
perfumando la ropa que por allí en los cajones,
vivían de días de pasión y de duelos.
La infancia y en ello un ave que vuela y mira y
sabe que el niño que le mira y
se va con su candor en el cuerpo,
algún día le hará temblar de miedo y
aquí está aquel que ya de nuevo,
vuelve al relato cierto,
al ahora y por instantes,
para decir si le deja el reloj del tiempo,
que esto será lo mejor que veremos,
si apuntamos en una libreta:
y era noviembre cayendo y
por allí andaba el poeta remendando entuertos,
quitándole al pasado el polvo viejo y
labrando un campo
que se sembrará de esperanzas y consuelos,
de lágrimas lloviendo, de besos floreciendo,
de caricias de un cáliz saliendo y de flores del firmamento,
con arco iris y música poniendo punto final
a un posible encuentro del ser que se lleva dentro
con el destino que siempre ata a su caprichoso ego.