Carlos Bequer (seudonimo)

EL DECLINAR DE LA TARDE

 

El Declinar de la Tarde



Mis ojos se pierden en la lejanía de esas veredas que cruzan las aguas mansas de mi corazón.
Los recuerdos acuden prestos a mí,con la urgencia de un niño por agarrar la mano de su padre antes de perderse en la multitud.

¿Porqué me atormentas?
¿Porqué agitais los remansos de paz de mi alma?
¿No tuve ya mi cuota de dolor para que volváis a mi?

Las ramas de los árboles se mecen suavemente en el declinar de la tarde y en la brisa suave que las acaricia.

Mis ojos contemplan a mi hijo sentado en el patio,despreocupado del canto de los pájaros que armonizan la tarde y dejan un rastro de apacible melancolía.
Mi ser captura ese instante de plácida tranquilidad para guardarlo en la memoria de los instantes mágicos,como bálsamo para alejar ese dolor que acude sin esperarlo,sin ser invitado.

La tarde se marcha silenciosa.Otra lucha con mi ser se ha desarrollado y he vuelto a vencer una vez más ¿volveré hacerlo la próxima vez?.

Sigue cantando los pájaros en la tarde tranquila...
Y yo vuelvo a sonreír cuando las sombras desaparecen de mi interior.
Y mis ojos vuelven a contemplar la paz del declinar del día.
Mientras mi hijo...¡sigue jugando en el patio!