Invades la sombra de mis manos
queriendo diluir la exactitud
del contorno llano de estas letras.
Recorres laberintos pretenciosos
pensando que es la liviandad
quien predispone
destellos de ternura en patio ajeno.
Los egos conforman tu esqueleto,
dolor de parto en los dilemas,
llaga lastimando los anhelos.
Invades la sombra de mis manos
desoyendo que es la eternidad
quien camina diseñando primaveras.
Soy nardo en mes de abril y tu
espina entre los dedos.
Invades la sombra de mis manos
más el dolor con el tiempo se disipa
en algún lamento que se pierde,
y el brillo del amor volverá
con ilusión
a bordar un poema en papel blanco.
Autor…reh