Carlos Bequer (seudonimo)
ÁNGELES EN EL INFIERNO
Ángeles En El Infierno
Ángeles, nacidos en un mundo equivocado, vuestros ojos nuevos se abren por vez primera en el infierno de una Tierra cruel e insensible.
Vuestro llanto al nacer a la luz, se vuelve eterno, pues los pechos que han de
continuar dándoos la vida, están secos como la tierra yerma.
Y os marcháis de este mundo solo conociendo el Horror y el Tormento, en vuestros breves días.
Y mientras vuestros cuerpos reposan permanentemente en la tierra, otros cuerpos odiosos reposan en lujosas villas en París; con gran parte del dinero que hubiera salvado vuestras vidas; dinero quizás donado para ese fin.
Presidentes y dictaduras criminales que no mueven un dedo por sus gentes, responsables del Horror y el Infierno, que acumulan armas y equipan ejércitos, mientras unos ojos limpios e inocentes solo conocen un mundo equivocado y la Tierra que los ha de cubrir, sin contemplar las estrellas en una noche serena.
Otros niños viven un poco más, compartiendo la miseria de una vida sin infancia; trabajando de sol a sol en minas o rebuscando entre la basura para poder vivir. Y en sus manos no se encontrará un juguete, solo callos del arduo trabajo.
Veo sus caras, y veo las caras de nuestros Hijos; pero son los hijos de otros, cuyo pecado solo ha sido nacer en otra parte del planeta, en otra tierra en la que el infierno está instalado y la vida con dignidad no significa nada.
Esos niños a los que venden como ganado, para prostituirlos, para extraerles los órganos, para hacerlos soldados sanguinarios capaces de matar a su propia familia.
¿Cuándo acabará este Horror?
¿Cuándo la Tierra dejará de ser un infierno?
¿Quién pagará por la sangre de estos inocentes?
No hay mayor crimen que el destrozar todas estas vidas nuevas mientras el mundo sigue girando impasible sin pensar que esos niños podrían haber sido los nuestros a los que tanto amamos; pero a los que tenemos que sentir como Hijos de todos, hijos de la vida, hijos del hombre; ese hombre que ha convertido parte de la Tierra en un gran infierno para esos Ángeles nacidos en un mundo equivocado.