Carlos Hector Alvarez

Un consejo

 

 

 

 

     

 

     

 

     

 

       

 5

 

 

 

“Si digo pan

y mi poema no convoca

a los hambrientos a la mesa

es porque la palabra, ya no sirve

y la poesía exige otro lenguaje” GRS

 

Cuantas veces me escuché

decir con desazón

buenos días, señora tristeza

al saludar, el gris panorama,

que al levantar me esperaba.

Era, pienso ahora, como rogar,

que venga lo que me apena,

según la ley de atracción. 

Esa ley me enseñó a decir

en cuanto me levanto

buenos días señora alegría,

porque aprendí la lección.

hoy vivo la vida, que quiero vivir.

Nací para ser feliz

y nada, ni nadie tiene el derecho,

llámense como se llamen,

vengan en nombre del odio o del amor

de arruinarme el día,

ahora si me quieren ver feliz

bienvenidos sean.

Mi forma de ser ha cambiado

si quiero salir, salgo

si quiero entrar, entro

si quiero cantar, canto

si quiero llorar, lloro

si quiero hacer lo que se me canta

lo hago, sin afectar a nadie.

Soy el amo y señor de mi vida

y si alguien manifiesta su enojo,

me resbala, y si de casualidad

el resbalar produce algún rasguño

el corazón me lo dice, no hagas caso,

a mí no me afecta,

pregunta a la razón,

ella te dará la respuesta

que te llenará de emoción,

al saber que no hay motivos

para dar explicación.

Si así, hubiera pensado en el ayer

me hubiera evitado problemas

que amargaron mi existir.

Escuché a una madre decir

“hijo, ¿Por qué no sos como Pedro?

porque soy Juan, mamá”

E ahí en pocas palabras

lo que hoy, les puedo aconsejar,

si quieren vivir alegres

vivan su vida, sin molestar

ustedes son únicos.

hagan oídos sordos

al que los quiera criticar-.