Cuando me mires a los ojos y ya no puedas reflejar siluetas, cuando esperes a que de esa pieza de vida marchita erradie una carcajada, cuando de mis manos ya no se emane sensación a hogar, cuando el escarlata pese, el aroma produzca hedor, cuando la vida busque una salida y mi cuerpo produzca otra, quema mi recuerdo cuan cigarro en tus manos, las mismas que tocaron dimensiones de amor. Encuentrame en el humo y dame fecha de fallecimiento junto con él, dibujame en la arena porque al siguiente día solo quedará el recuerdo.
No me perdones, no me digas nada, solo recuerda que llegaste a tiempo, el tiempo necesario para llenarte la boca con sabor a mi, la misma que ahora puedes enjuagar con un sorbo de agua.
Y buscame en las lágrimas, esas que nadie ha visto aquellas que incluso no emanan, búscame en el pesar de tú piel por no escuchar mis palabras y di que me amas, dime que me extrañas.