Conservo en la nube de un sueño
una canoa de plata,
para llevarte conmigo en un alto vuelo
hacia una estrella encantada,
que nos conjura en connivencia
muy ceremoniosa,
y nos diviniza nuestro diario rosa.
¡Ay, corazón de esposa!
Que podrás cobijarme
en tu solear,
cuando cante de amor la luna
con ferviente dicha,
Mujer, amante y hermosa,
que me hechizas
cuando te pones coqueta.
¡Ay, amor de esposa!