Bajo el crepúsculo incendiario,
donde el amor se desvanece en susurros,
pasión truncada, sueño mortuorio,
corazón atrapado en espinos oscuros.
En la danza de esta sociedad convulsa,
diferencias son abismos que nos separan,
un amor enmudecido, risa difusa,
rosa mustia entre lanzas que desgarran.
En la cuna dorada tejía su destino,
yo, entre raíces, forjaba mi suerte.
En la trama vital, un guión esquivo,
amor marcado por altivez y muerte.
Luna testigo de desigualdades marinas,
corazón palpitante, impotente, navega.
Ante barreras que las realidades dividen,
se desangra el latido que al amor entrega.
Martí, profeta de libertades amplias,
tu sombra se alza en conflicto crudo.
En el rincón de la realidad sombría,
el amor sangra, esclavo, mudo.
Susurros de un suspiro sin razón,
canción apagada en noche densa.
Entre brechas de segregación,
la esencia de nuestra ternura se dispersa.
En este poema de desencanto crudo,
donde las sombras atan nuestras almas,
perdura el anhelo de un canto agudo,
donde el amor florezca, y desaten sus palmas.
Cada verso promete un nuevo día,
donde la justicia sea lazo que consuele.
Que la sociedad cambie su furia bravía,
y el amor prevalezca, victoria que revele.
A.B.A 2023 ©
Amalia Beatriz Arzac
Buenos Aires, Argentina