Aun tengo aquel día presente
cuando nos miramos así de frente
y nos despedimos para siempre.
Pues nuestro amor había muerto
ahora solo nos quedaba
un futuro incierto
y un dolor que me gritaba
déjame en el desierto
y no digas nada.
No digas nada pues tus palabras hirientes
pueden hacer un daño irreparable
ni el mejor de los valientes
lograría hacer con un sable.
Aléjate de mi vida
cuanto mas antes
así la herida
no será dominante.
Déjame morir muy cerca del rió
para que se lleve mi cuerpo
y así aunque lo llames no lo encuentres.
No sentiré calor ni frió
solo seré un pobre muerto
quien te quiso como ninguno antes.
No digas nada, pues a veces el silencio
puede decirnos muchas cosas
tal vez pueda con el tiempo
no ser tan dolorosas.
Quizás nunca las sepas
pero al nunca saberlas
formaran en mí la esperanza
pues cabra aun la duda.
De que si no dices nada
es porque estas confundida
pues he sido en tu vida
mas que una aventura.
Por eso te pido de la manera mas necesitada
por favor quédate callada, y no digas nada
No digas nada, ya escuché suficiente
no ves que con cada palabra
mi dolor se hace inconciente
al recordar tu mirada.
Si no me vas a decir que me amas
quédate callada y no digas nada
yo me iré tranquilo al volver la mañana
con el corazón roto y el alma destrozada.