Si soy sincera,
Trato y trato de hacer ruido en los oídos equivocados,
sonsaco sonrisas de los rostros ajenos a mi interés,
porque por un tiempo eso me hacía sentir bien,
pero me he rodeado de gente que exprime mi vitalidad,
que vuelve incomoda mi presencia,
cuerpos anatómicamente similares que nunca velarían por mi bien,
a veces me pregunto que si muriera mañana aquellos seres:
¿sacarían mi cuerpo de la tumba solo para llorarme un día más?
Y me respondí sola, definitivamente no,
Y estoy tan cansada de hablar y de sonreír,
Que trato de conservar pizcas de mi brillo, aunque se apague mi voz,
Con la esperanza que, si pongo mis manos en la luz,
tal vez, solo tal vez, con un poco de fe vuelva a brillar.