Te quiero
pero no por las hormonas
o por tu cuerpo pizpireto
o tus caderas que en la noche me enloquecen.
Te quiero
Pero no por eso a lo que llaman celos
o por la posesión absurda
o este dolor que me causa estar sin ti.
Te quiero
porque me nacen frases como
“antes de ti, todo es olvido” o
“la tierra es fértil, porque bebe de tus ojos”…
… Te quiero
porque a tu lado todo se hace interesante
y yo me declaro obseso compulsivo
de las cosas y la gente interesante.
Te quiero
-definitivamente toda-
cada día y para siempre
como para no querer decirte nunca adiós.