Anfibiana, bella rana
fue elegida por sus hermanas
como la más linda dama de aquella localidad…
Apenas había perdido la cola.
Oh, metamórfosis perfecta, y como es natural,
rechazaba con desprecio al viejo sapo intrépido
quien bien la amaba...
Un mancebo renacuajo, (a la vez la pretendía),
en falsete categórico a su modo le decía:
<<...tus ojos son mi luz; poseen un raro fulgor.
El esplendor de la luna y tu piel de flor moruna
me tienen loco de amor...>>
Y… en el espejo del charco, escuálido y putrefacto,
nuestra princesa Anfibiana se pasaba largas horas:
Narsisoniana postura, como de un cuento doncella.
Reptiliana, la serpiente se acercó a saciar su sed,
mas al mirar a Anfibiana,
escupiendo un buche de agua, gritó:
<< Agua pútrida y nefasta por tu mal sabor y olor,
pariste entre tus entrañas a la más horrible especie,
que son los sapos y ranas..\">>
Hacia lo cual, Anfibiana contestó con su peculiar pudor:
<<..,Pobre ignorante reptil, no sabe reconocer la excelencia de mi ser...
para belleza mundana, nadie mejor que la rana.....
Y los sapos, como en coro
vitorearon a su hermana.
*