No se suponía que terminará así
de algo tan inesperado que nos pasó
y así como cayó del cielo hacia mí
la misma fuerza mágica lo desplazó.
Tus rastros aún rondan falaz en mi cuerpo
y no me deja ni escribirte como quisiera,
solo anhelo que mis deseos pongan cerco
a todas esas horas que andaba de pasajera.
Se escucha a lo lejos todo menos hechos
se asoma un te quiero y un me encantas
cuando los labios yacen ya estrechos
las ganas de sentirlos ya no son tantas.