Yo,
que en soledad me distraigo
de las inicuas penurias,
de las absurdas lujurias
impuestas en mis desahucios,
que en soledad transfiguro
la sombra de mi tristeza,
la bruma de mi fortaleza,
en luces para mi futuro.
Yo,
que en soledad me confieso
alimentando mi verso
con voces que al universo
hago llegar con respeto,
que en soledad me hago viento
con pensamientos mortales
para apaciguar el miedo
al destino prepotente.
Yo,
que en soledad me acurruco
en una esquina borrosa
donde mi alma se hace prosa
y mis venas poesía....
....maldigo la soledad, su avaricia
criminal en noches desechadas,
sus ponzoñosos vómitos rastreros,
sus indignas venganzas y sus dientes;
maldigo su lengua calumniosa,
su espíritu sangriento y combativo,
su lujuria, su maldad y su aspereza,
su piel arrugada y su regazo,
maldigo sus homicidas silencios
y el herir de sus uñas cuando rasga
el velo que me cubre de esperanza.
Yo,
que tanto y más la detesto, hoy procuro
medrar mi venganza entre sus brazos
y escupirle en la cara mis rechazos.