FORTUNA DE AMOR
«Madrigales»
Me enseñaste tu ardor
y yo, de roja pasión soñaba,
cuando sentí, que la aurora llegaba,
confundía el amor
que en tus ojos, la ilusión vertía
poder vivir cada día mi alegría,
para huir de tu temor
y abrazar con orgullo tu furor.
La aurora sacrifica
su esplendor, al ver tu cara lavada,
el jazmín, y la rosa enamorada,
la flor, es la que abdica,
mirar el verdor de tus ojos claros
cuál hierba en la mañana, como avaros
lo hermoso, justifica
pasión, que a mi corazón petrifica.
Júbilo en el tálamo,
bondad bajo los rayos de la luna
tenerte entre mis brazos es fortuna,
porque yo a ti si te amo,
ver noche de azulada oscuridad
envueltos en un halo de ansiedad,
al sonar del cálamo
con la brisa que se mueve el álamo.
Roberto J. Martín