Soy la mano que se extiende hasta que duele,
La que no quiere soltar.
Soy los ojos que te añoran,
Aunque solo tu espalda logré mirar.
Soy la risa espontánea,
Esa que solo contigo se suele asomar.
Soy el corazón caprichoso
Ese que a tu olvidó no se quiere resignar.