el brujo de letziaga

52 años.

Cincuenta y dos años me han pasado ya
que son dos terceras partes
del reloj equidistante de mi vida trabajada,

 

callado llanto de la nostalgia
antes de que la muerte pinte sus praderas
con un agrisado de cenizas,

 

y pienso que tal vez en la noche
cuando la travesura del niño que llevo dentro
se duerma plácidamente,

 

y cuando mi latido aquiete su cadencia
esperando la tierra angosta
oscura y ciega,

 

algo de mi te quede
de aquellos días atados al sollozo,
a la risa y al júbilo,

 

tal vez algo de mi acotarás
en el pon y quita de la noria de tu memoria,
y quizás optes por tres palabras;

 

-amor, verso y poesía-