Con motivo del gran acontecimiento que conmovio al mundo, como es el caso de los 33 mineros, en el que se demostró que el amor , la heroicidad, y el deseo de vivir, se impusieron y dió orígen a uno de los actos más grandiosos de los últimos tiempos; he recordado, lo que ha sido la actividad minera a lo largo de la historia americana.
Desde tiempos precolombinos, esta actividad fue muy esclavizante, de la cantidad de oro que había y que los aborígenes no le daban el valor comercial si no más bien de ornamento y de ofrenda a los dioses. Pero había mucho oro que deslumbró a los conquistadores.
Potosí, era una ciudad plateada porque hasta las construcciones eran de plata según comenta Eduardo Galeano en su libro LAS VENAS ABIERTAS DE AMERICA LATINA, eso implicaba , una actividad de explotación del la fuerza de trabajo.
Los conquistadores europeos, la aprovecharon más aún y en la colonia. esclavizaron a millones de indios y luego negros , que morían en los socavones, solo en Bolivia en el cerro Rico murieron durante tres centurias, según Josiah Conder ocho millones de indígenas, que eran arrancados de las comunidades agrícolas; y como la población primitiva se estaba diezmando, trajeron a los negros, que son fisicamente más fuertes. Manteniendo en América, el sistema esclavista de producción, cuando la humanidad ya estaba a las puertas de la modernidad capitalista.
Parece que este hecho de lo treinta y tres mineros reinvindica al ser humano, y dice a gritos que SI hemos evolucionado, que el mundo entero sufrió por ellos y se regocijó por su rescate.
Entonces, bien por ellos , bien por los rescatistas, nos podemos sentir orgullosos del pueblo chileno.
Y considero que el espíritu de los millones mitayos muertos en esta actividad, tuvieron mucho que ver en el espíritu de los actuales, . que los ancestrales, empujaron desde el pasado, para que la tierra pueda parir a los treinta y tres, que la raza humana parió una esperanza del surgimiento del hombre nuevo y la mujer nueva que serán el motor de cambio de la humanidad.
solo queda regocijarnos de esta hazaña loable, noble y grandiosa y podemos gritar emocionados:
¡VIVA CHILE, VIVA EL AMOR A LA HUMANIDAD, VIVA LA VIDA!